Potencia y precisión para el sector de la automoción, mandriles ES505 para Anger Machining
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Robustez, potencia y fiabilidad. Estas son las tres cualidades esenciales que Anger Machining, una empresa austriaca especializada en la producción de maquinaria para la industria del automóvil, buscaba para equipar una nueva línea de productos con los mejores componentes para satisfacer las necesidades cambiantes de una industria en constante evolución. Los compactos y potentes electromandriles HSD han sido escogidos por Anger para equipar centros de trabajo dedicados a la elaboración del aluminio para la industria tradicional de la movilidad, así como para la industria híbrida y eléctrica.
Fundada en 1982 en Austria y adquirida por el grupo taiwanés Tongtai en 2015, Anger Machining desarrolla soluciones tecnológicas llave en mano para la elaboración de componentes estructurales y de precisión para la industria del automóvil, contando con clientes de alto perfil como Stellantis, Daimler y Volkswagen. A estos grupos destacados, la empresa austriaca suministra tecnologías que innovan los procesos de elaboración, al tiempo que reducen de forma sostenible los costes de producción.
Cuando Anger Machining estaba creando una nueva línea de productos en el año 2017, existía la necesidad de contar con electromandriles compactos pero potentes que pudieran garantizar altos niveles de productividad, precisión y flexibilidad, características que el impredecible y cambiante mercado de la automoción exige constantemente. En la actualidad, hay más de 100 electromandriles HSD equipando centros de trabajo Anger, en particular el modelo ES505, la combinación perfecta de potencia y dimensiones reducidas para garantizar la precisión en la ejecución y la fiabilidad a largo plazo en la industria automovilística actual, cada vez más exigente.
Cuando diseñamos una nueva línea de productos en el año 2017, buscábamos un mandril muy compacto pero potente. Con HSD hemos encontrado la mejor solución. En los últimos ocho años hemos instalado más de 100 mandriles HSD en nuestras máquinas.
Mathias Haingartner
Ingegnere R&D